Como os decía en la entrada anterior el fin de semana ha sido duro pero muy gratificante.
La culpa la tienen estas tartas que están de vicio y que dejan a todos boquiabiertos.
La cara de mi suegra a sido un cuadro y después el pregón de la lagrima... La pobre siempre que se emociona se la escapa la lagrimilla.
El relleno estaba para chuparse los dedos. Lo he hecho esta vez de un ganaché de chocolate pero con textura de Stratachela. Buenísima.
Espero que os haya gustado......
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